Hace unos días que he empezado a profundizar en uno de los temas que más me apasiona: el Futuro, de la mano de Jordi Serra del Pino, prospectivista y especialista en Future Studies. Más allá de lo que me apasiona, considero que pronosticar el futuro e innovar guardan grandes relaciones.

Una de las frases que más me ha llamado la atención leyendo sobre el tema es la de Bertrand de Jouvenel, politólogo y economista francés, escritor polifacético, diplomático, profesor de varias universidades y considerado el mayor exponente de la filosofía política. Él decía lo siguiente:

 “Si el futuro está prefijado, entonces podemos llegar a conocerlo. Pero si lo conocemos anticipadamente lo podemos cambiar y si podemos cambiarlo, entonces ya no lo conocemos.”

Las predicciones tratan de averiguar qué pasará en el futuro, pero si Jouvenel tenía razón, entonces no nos sirven porque si bien nos permitirían conocer el futuro y cambiarlo, si lo cambiamos ya no lo conoceremos y, por tanto, no podremos influir en él.

Las predicciones se centran en saber qué pasará, pero se quedan cortas en el hecho que no explican el cómo y el porqué de los sucesos, que es lo realmente útil en la innovación. Pero para eso está la prospectiva.

La prospectiva se basa, no en predecir, sino en pronosticar trabajando, al igual que en la toma de decisiones, con probabilidades de que puedan suceder cosas distintas (recordad que el futuro menos probable es aquel en el que nada cambia)

Veamos un ejemplo: Es muy distinto afirmar que «mañana lloverá» que decir «existe un 80% de probabilidades de que mañana llueva». En el primer caso, estamos limitando el gran abanico de posibilidades, como lo hace la predicción, mientras que en el segundo, no podemos pasar por alto que, a pesar de que un 20% no sea una probabilidad alta, puede ser que no llueva, como así lo haría la prospectiva

Estar ante diferentes posibilidades nos sitúa ante un futuro lleno de alternativas, lo que la prospectiva denomina futuros alternativos. Ello es muy importante porque:

1.- El ser humano es libre de escoger entre ellos (el libre albedrío de Spinoza -esto ya roza la filosofía…-)

2.- Adquirimos una buena capacidad de reacción ante el futuro mejor y más rápida porque hemos desarrollado la habilidad de pensar en posibles alternativas, como hizo Sully antes del accidente de su avión en el río Hudson.

Supongo que a estas alturas del post ya te ha quedado claro que predicción y prospectiva no es lo mismo, pero ¿Qué hay de la planificación? Mientras la prospectiva busca influir en el futuro a medio y largo plazo, la planificación lo hace en el presente (corto plazo) y los objetivos no son más que la excusa para ordenar una acción actual.

Y para acabar, la prospectiva, respecto de la estrategia, es el mapa de las alternativas que tenemos ante nosotros. La prospectiva puede revelarnos qué nos depara el camino, pero la organización precisa de la estrategia para poder decidir cuál es la ruta más adecuada para ella.

Ahora ya conoces la diferencia entre prospectiva, predicción, planificación y estrategia, todas ellas imprescindibles en las organizaciones, pero totalmente distintas.

Si nos sigues, en el próximo post descubrirás la gran desconocida prospectiva y cuando lo hagas seguro que querrás utilizarla en tu organización.

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