Recientemente, he leído el libro “Las organizaciones exponenciales” de Salim Smail y quiero compartir contigo mi resumen personal.
Estas organizaciones sorprenden mucho. Están creando un impacto 10 veces mayor que otras empresas de su misma industria y lo están haciendo a una velocidad récord, con menor inversión y menos personas que las organizaciones tradicionales.
Son las organizaciones del coste marginal 0 de Jeremy Riffkin, aquéllas para las que producir una unidad adicional de un producto o servicio, el coste es 0
Estas organizaciones actúan como auténticos game changers, cambiando las reglas del juego de aquella industria donde desembarcan
El pilar de estas organizaciones es su propósito transformador. No me voy a extender en este concepto, pues ya escribí un post monográfico sobre él hace tan solo unos meses. En las EXO’s, el propósito se conoce bajo las siglas MTP, que significan Massive Transformation Purpose. Para estas organizaciones el qué no es tan importante como el para qué. Así, por ejemplo, el MTP de Google es “organizar la información del mundo” o el del Boston Children’s Hospital es “hasta que todos los niños estén bien”. Como ves, se trata de propósitos muy inspiradores, que cuando un@ los lee automáticamente piensa “¡Carai! Esta empresa va a cambiar el mundo. Quiero formar parte de ella” (¿entiendes ahora por qué el talento quiere ir a trabajar ahí?).
Las EXO’s funcionan como si fueran un cerebro en toda regla. Combinan a la perfección creatividad y gestión de la incertidumbre que, de ser un humano, ambas se alojarían en el hemisferio derecho, con orden, control y estabilidad, propios del hemisferio izquierdo.
Para conseguir ser creativas y gestionar la incertidumbre, las EXO’s minimizan el personal a tiempo completo destinándolo a lo que es absolutamente crítico del negocio, su core business, y subcontratan todo lo demás, trabajando con una buena cantidad de personal on demand (bajo demanda).
Podríamos considerar que con ellas se cumple a la perfección las predicciones que Charles Handy hizo durante la primera década de los 90 a través de su famoso trébol. Recordemos que, a igual que la planta que le da nombre, la organización de Handy constaba de tres partes o bloques:
- el núcleo profesional o plantilla que aportaba el valor añadido a la compañía
- el margen contractual o los profesionales autónomos, colaboradores o empresas especializadas que prestan servicios de forma externalizada.
- fuerza de trabajo flexible o personal que las compañías incorporan de forma puntual, como refuerzo temporal de la plantilla.
Las EXO’s construyen comunidades que orbitan constantemente a su alrededor. Cuando necesitan encontrar a las personas adecuadas, bien sean empleados, clientes, proveedores, etc… no tienen que buscar a nadie. Son los propios miembros de la comunidad que encuentran a la organización y hacen lo que ésta les pide.
Estas organizaciones aprovechan todos los datos que generan y diseñan con ellos potentes algoritmos que les permiten escalar rápidamente su negocio.
El orden, el control y la estabilidad los consiguen personalizando y automatizando los procesos por los cuales interactúan con los clientes y otras organizaciones.
Los cuadros de mando en tiempo real con todas las métricas esenciales de la compañía y los empleados, que expresan los datos que generan, no son el nice to have que serían en las organizaciones tradicionales.
Mediante el uso de metodologías tipo Lean Startup, estas organizaciones prueban supuestos y experimentan constantemente.
Sus equipos de trabajo se autogestionan y operan de forma descentralizada. Estas organizaciones permiten gestionar la comunicación en tiempo real entre todos sus empleados. Esto facilita que las conversaciones y colaboraciones entre éstos sean más fáciles, rápidas y organizadas y, en consecuencia, también la ejecución de sus tareas.
Como ves, podríamos considerar las ExO’s como “las organizaciones del futuro”. Tu empresa, ¿cuán lejos está de una ExO?
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