El primer discurso de Demóstenes, uno de los oradores más relevantes de la historia y un importante político ateniense, fue tan malo que su audiencia se rio de él. Mientras caminaba hacia su casa desanimado y resignado por su incapacidad para hablar al público, se encontró con un actor llamado Sátiro, quien le enseñó cómo pronunciar un discurso. Demóstenes se construyó un pequeño estudio subterráneo donde practicó durante semanas su oratoria lejos de cualquier distracción mundana. Curó su tartamudez hablando con piedras en la boca y su dificultad para respirar recitando poesía mientras corría cuesta arriba. Con tales esfuerzos, finalmente fue capaz de mantener hechizada a su audiencia ateniense
Tenemos claro que un buen líder debe ser capaz de construir bien el propósito de su compañía y detectar oportunidades en su entorno, pero sabemos que también es papel fundamental de los líderes saber comunicar este propósito con la finalidad de estimular la motivación intrínseca de a quienes lideran y describir esos entornos de modo que aquéllos puedan aprovechar todos sus recursos
Recientemente, los investigadores han comenzado a estudiar el importante vínculo entre el lenguaje y liderazgo
Piensa en la Navidad, cómo los envoltorios de los regalos suelen ser tan impactantes como el propio regalo.
Según el psicólogo estadounidense, quien fue expresidente de la Asociación Estadounidense de Psicología (APA) y decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado, John J. Conger, que asesoró a cinco presidentes de Estados Unidos en asuntos relacionados con la psicología, dominar el lenguaje del liderazgo se divide, a su vez, en
1.- El dominio del proceso de definir el propósito de la organización (tema sobre el cual escribí hace unos cuantos posts), es decir, el mensaje, la dirección que hay que tomar
2.- El dominio de lo que se denomina “encuadre”, la capacidad del líder de usar un lenguaje simbólico para generar emociones a través de su mensaje, la retórica, lo que aumenta el atractivo motivacional del mensaje y determina si será lo suficientemente memorable como para influir en la toma de decisiones del día a día de aquellos que conforman la organización, lo que proporciona un mapa para la acción, la interpretación del líder acerca del propósito junto con los valores y creencias que lo acompañan.
En un estudio de investigación, se informó a los participantes de un proyecto que tenía un 80% de probabilidades de éxito y de otro proyecto que tenía un 20% de probabilidades de fracaso. Después, se pidió a los participantes que eligieran un proyecto. Inevitablemente, eligieron el primero, a pesar de que en ambos los resultados eran los mismos. Queda sobradamente demostrado pues que encuadrar de una determinada manera influye en nuestras percepciones de sus resultados.
Crear marcos significativos para el propósito, los valores y las creencias de una organización es un componente imprescindible porque refuerzan el compromiso y proporcionan orientación para las tareas del día a día.
En conclusión, el encuadre es la interpretación que hace el líder de la organización
Así pues, si como líder necesitas lanzar un mensaje impactante a tu audiencia:
1. Enmarca el propósito de tu organización en torno a objetivos que fomenten la motivación intrínseca de quienes te escuchan. Básate en valores y creencias que tengan significados positivos y sean culturalmente importantes para ell@s
2. Utiliza historias para ilustrar los valores rectores en la organización y el mercado.
3. Resalta el significado del propósito, por qué se eligió ese y no otro, los antagonistas clave (mira el discurso de Steven Jobs en la Boston Computer Society en 1984. Steve Jobs. Por suposición implícita, explica cómo Apple encarna las cualidades opuestas de IBM), y por qué crees que tendrá éxito.
4. Utiliza analogías y metáforas en tu discurso
5. Permite que tus propias emociones afloren mientras hablas
6. Recuerda que debes ser percibid@ como creíble
7. Como líder, tu papel es el de creador@ de significado, por lo que no olvides construir marcos de grandes posibilidades
¿Preparad@ para comunicar el propósito de tu organización?